Cuando
escribimos sobre la innovación, no todo se trata sobre registros de nuevas
patentes de software, desarrollo de hardware o descubrimientos en
biotecnología. También podemos hablar de innovar en modelos de negocios, en
reducción del desperdicio con procesos más eficientes, de utilizar un producto
o servicio para satisfacer una necesidad para la cual no fue creada o de crear
una nueva necesidad para un producto ya existente.
Según
Alejando Ruelas, en Latinoamérica tenemos más oportunidades de innovación en la
T Grande, que es la innovación con un enfoque en toda la cadena productiva. “La
t pequeña es impulsada solo por la tecnología, y requiere tener el conocimiento
especializado mediante patentes o licencias para poder agregar valor al
producto”, afirma. En Paraguay, además de una importante capacidad innovadora
con enfoque en la T Grande, creo que debemos profesionalizar nuestras
habilidades de improvisación, útiles, cuando los resultados no se ajustan a las
métricas establecidas.
Peter
Drucker expresa que “innovar es encontrar nuevos o mejorados usos a los
recursos que ya disponemos”, también afirma que “no hay países
subdesarrollados, sino que mal gestionados”. Estos conceptos del Gurú de la
Gestión Empresarial nos invitan a reflexionar acerca de nuestro presente y de
planificar lo que queremos para nuestro futuro, que, según el premio nobel de
literatura, Paul Valéry, “el problema del futuro, es que ya no es, lo que era
antes”. Esta última reflexión considero bastante aproximada a la realidad que
vivimos en Paraguay, donde el clima de negocios que se respira es bastante
prometedor, a diferencia de unos 20 años atrás. Este clima crea una especie de
“ola de inversiones” a la que si somos lo suficientemente creativos podremos
subir y viajar con ella.
Creo
que es una buena idea enfocar nuestros esfuerzos en mejorar indicadores de
medición de innovación en Paraguay. Nuestro país ocupa el lugar 119 de 148 en
el índice de competitividad global 2013-2014. Mejorarlo, es responsabilidad de
todos los que vivimos aquí.
En
Paraguay contamos con laboratorios empresariales, centros de apoyo,
universidades, cooperativas, asociaciones, gremios y oenegés que están
trabajando para gestionar la innovación y el emprendedurismo. Todos están
remando, pero en diferentes direcciones; sin embargo, si tuviésemos un robusto
y coordinado programa impulsado desde el Gobierno, canalizando no solo
recursos, sino también know how, es que lograremos que todos, en este
ecosistema emprendedor, rememos sincronizados, impulsando un avance a pasos
firmes y planificados que permitan mejorar nuestra posición en la próxima
publicación del índice de competitividad global.
No
espero que para el año entrante Paraguay esté en el top 10 en este índice de
innovación; lo que espero es que la innovación esté en el top 10 entre nuestras
prioridades de acción.
Articulo
publicado en el Diario Ultima Hora el 24 de Junio de 2014
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