Los intraemprendedores son individuos con una
creativa visión de negocios, que impulsan al logro de los objetivos
corporativos de la empresa y tienen la capacidad visionaria de desarrollar y
liderar nuevas unidades de negocio en una empresa en marcha. El potencial
intraemprendedor está impregnado de iniciativa propia y salpicado con chispas
creativas; habilidades capaces de derribar paradigmas y estructuras
tradicionales empresariales, por modelos de negocios trasformadores y
rentables.
A
las economías en vías de desarrollo nos vendría bien dedicar tiempo en descubrir
talentos en nuestras compañías o direccionar nuestro sistema de reclutamiento
hacia trabajadores con este tipo de habilidades. La diferencia principal entre
un emprendedor y un intraemprendedor es que este último se encuentra en estado
de dependencia en una compañía, mientras que el primero no.
Un
intraemprendedor utiliza más su “intuición” que un ejecutivo de alto rango y es
más efectivo en el corto tiempo que un departamento de I+D (Investigación y
Desarrollo), sin embargo, una condición para que esta última afirmación sea
cierta es que esos intraemprendedores trabajen como una entidad descentralizada
de la empresa y se permita que su “corazonada argumentada” sea una variable
relevante a la hora de tomar decisiones estratégicas.
Muchos
dudamos en afirmar si somos emprendedores o intraemprendedores, porque tenemos
cierta adversidad a la toma de riesgos, sin embargo, cuando potenciamos nuestra
intuición por medio de la planificación es donde logramos sacar el mayor
provecho de nuestra innovación y solo ese éxito nos anima a afirmar nuestra
naturaleza emprendedora. Eric Ries, en su libro Lean Startup, habla en
repetidas ocasiones del valor de la “administración” para enfocar el “espíritu
emprendedor”; dos palabras que son frenéticamente diferentes, combinadas
exitosamente.
Si
eres un profesional dependiente y deseas descubrir tu capacidad
intraemprendedora, te invito a investigar estos tres temas:
1.
El Paradigma de la T Grande, de Alejandro Ruelas, que fue uno de los artículos
más exitosos, publicados en Harvard Business Review, que habla de un modelo de
innovación para empresas Latinoamericanas.
2.
El Business Model Canvas, de Alexander Osterwalder, de su libro Generación de
Modelos de Negocios, que permite optimizar con sus nueve bloques de
construcción la lógica de una propuesta de valor innovadora, de manera
sintetizada en menos de 10 minutos.
3. Y
Finalmente, el Diagrama de los tres pasos. Construir, Medir y Aprender, de Eric
Ries, de su libro Lean Startup, que busca validar cada variable de una idea
innovadora en el menor tiempo posible.
En
la medida que los empresarios decidamos invertir sosteniblemente en potenciar
intraemprendedores, veremos resultados tangibles, que con el tiempo
contribuirán al fortalecimiento de las operaciones y la innovación como base
para la sostenibilidad de nuestra compañía, el impulso de nuestra economía y la
imagen del país.
Articulo publicado en el Diario Ultima Hora el 12 de Mayo de 2014
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