viernes, 12 de noviembre de 2010

Te desafío a que te conozcas.

Escribo para comunicar lo que se, al que lo sabe y al que no, escribo para documentar y ordenar lo que pienso, para aprender a escribir y a leer, para aprender a escuchar y conocer mi verdad.

Escribo para comunicar, porque no comparto la injusticia; para documentar, porque de otra manera olvido lo que pienso; para aprender a escribir y leer, porque solo al equivocarme aprendo; y para conocer mi verdad, porque en lo profundo de mi corazón, habita un hombre que necesita expresarse, y que solo el lenguaje literario, le permite exponerse al salvaje mundo de las críticas.

Hace unos meses una  profesora de la maestría, me pregunto, para que escribís?, no logro explicar el desanimo y la impotencia que sentí al no tener la respuesta, al no saber  verdaderamente el motivo que me impulsaba a escribir. Sentí rabia contra ella, pero más contra mí.

Hoy se porque escribo y luego de haber descubierto algo más de mí, me pregunto, te pregunto; Acaso sabes el motivo por el cual, haces lo que haces? si te exigiera que me lo argumentes, lo podrías hacer? no te estoy hablando de los sueños que tengas, o de los objetivos de tu vida, me refiero al presente, a tu día a día, tenes la respuesta?

Muchos no tenemos todas las respuestas, no estamos orgullosos de ello, pero somos capaces de buscarlas y aprender.