domingo, 29 de junio de 2014

Empresarios Lunáticos.

La perfección de nuestros sistema solar podría tener mucho que ver con nuestra manera de hacer negocios en Latinoamérica.

El sol es nuestra fuente de energía, nuestro generador de dinero y elementos diversos, variables útiles para nuestro giro comercial. El sol nos permite crecer, desarrollarnos y nuestra exposición a el, nos hace ver modernos, actualizados e interesantes.

El planeta tierra seria nuestra economía y los demás países serian como planetas diferentes, cada economía diferente, pero todos dependientes del mismo generador de flujo, que nos permite seguir viviendo.

Tambien están los lunáticos, los empresarios; que queremos con nuestro trabajo diario, ser luz en la oscuridad para la tierra. Ciertamente no contamos con luz propia, sino que reflejamos la luz solar. Esa luz ayuda a la economía en los momentos mas difíciles. Las empresas también son como la luna porque no siempre son vistas con toda su importancia, pero siempre están, girando sobre la tierra, buscando reflejar y transmitir a esta ultima, una luz que permita; noche a noche, hacer del Paraguay un mejor lugar para vivir.

Es cierto que hay empresas que no son como la luna, sino como asteroides, que giran cercanos a la tierra, peligrosos, poco estudiados y sin interes en reflejar su brillo. Es importante ser cuidadosos con ellas, sin embargo felicito a los empresarios lunáticos, que giran alrededor de la economía, brillando y entregando luz a su paso.

En Paraguay tenemos que animarnos a mirar mas hacia arriba, crecer, innovar y romper paradigmas. Dicen que hay que mirar fuera de la caja para ser mas creativos, yo digo que debemos romperla y construir nuevas.

sábado, 28 de junio de 2014

Intraemprendedores e Innovación empresarial

Los intraemprendedores son individuos con una creativa visión de negocios, que impulsan al logro de los objetivos corporativos de la empresa y tienen la capacidad visionaria de desarrollar y liderar nuevas unidades de negocio en una empresa en marcha. El potencial intraemprendedor está impregnado de iniciativa propia y salpicado con chispas creativas; habilidades capaces de derribar paradigmas y estructuras tradicionales empresariales, por modelos de negocios trasformadores y rentables.

A las economías en vías de desarrollo nos vendría bien dedicar tiempo en descubrir talentos en nuestras compañías o direccionar nuestro sistema de reclutamiento hacia trabajadores con este tipo de habilidades. La diferencia principal entre un emprendedor y un intraemprendedor es que este último se encuentra en estado de dependencia en una compañía, mientras que el primero no.

Un intraemprendedor utiliza más su “intuición” que un ejecutivo de alto rango y es más efectivo en el corto tiempo que un departamento de I+D (Investigación y Desarrollo), sin embargo, una condición para que esta última afirmación sea cierta es que esos intraemprendedores trabajen como una entidad descentralizada de la empresa y se permita que su “corazonada argumentada” sea una variable relevante a la hora de tomar decisiones estratégicas.

Muchos dudamos en afirmar si somos emprendedores o intraemprendedores, porque tenemos cierta adversidad a la toma de riesgos, sin embargo, cuando potenciamos nuestra intuición por medio de la planificación es donde logramos sacar el mayor provecho de nuestra innovación y solo ese éxito nos anima a afirmar nuestra naturaleza emprendedora. Eric Ries, en su libro Lean Startup, habla en repetidas ocasiones del valor de la “administración” para enfocar el “espíritu emprendedor”; dos palabras que son frenéticamente diferentes, combinadas exitosamente.

Si eres un profesional dependiente y deseas descubrir tu capacidad intraemprendedora, te invito a investigar estos tres temas:

1. El Paradigma de la T Grande, de Alejandro Ruelas, que fue uno de los artículos más exitosos, publicados en Harvard Business Review, que habla de un modelo de innovación para empresas Latinoamericanas.

2. El Business Model Canvas, de Alexander Osterwalder, de su libro Generación de Modelos de Negocios, que permite optimizar con sus nueve bloques de construcción la lógica de una propuesta de valor innovadora, de manera sintetizada en menos de 10 minutos.

3. Y Finalmente, el Diagrama de los tres pasos. Construir, Medir y Aprender, de Eric Ries, de su libro Lean Startup, que busca validar cada variable de una idea innovadora en el menor tiempo posible.


En la medida que los empresarios decidamos invertir sosteniblemente en potenciar intraemprendedores, veremos resultados tangibles, que con el tiempo contribuirán al fortalecimiento de las operaciones y la innovación como base para la sostenibilidad de nuestra compañía, el impulso de nuestra economía y la imagen del país.

Articulo publicado en el Diario Ultima Hora el 12 de Mayo de 2014

Planifiquemos la innovación

Cuando escribimos sobre la innovación, no todo se trata sobre registros de nuevas patentes de software, desarrollo de hardware o descubrimientos en biotecnología. También podemos hablar de innovar en modelos de negocios, en reducción del desperdicio con procesos más eficientes, de utilizar un producto o servicio para satisfacer una necesidad para la cual no fue creada o de crear una nueva necesidad para un producto ya existente.

Según Alejando Ruelas, en Latinoamérica tenemos más oportunidades de innovación en la T Grande, que es la innovación con un enfoque en toda la cadena productiva. “La t pequeña es impulsada solo por la tecnología, y requiere tener el conocimiento especializado mediante patentes o licencias para poder agregar valor al producto”, afirma. En Paraguay, además de una importante capacidad innovadora con enfoque en la T Grande, creo que debemos profesionalizar nuestras habilidades de improvisación, útiles, cuando los resultados no se ajustan a las métricas establecidas.

Peter Drucker expresa que “innovar es encontrar nuevos o mejorados usos a los recursos que ya disponemos”, también afirma que “no hay países subdesarrollados, sino que mal gestionados”. Estos conceptos del Gurú de la Gestión Empresarial nos invitan a reflexionar acerca de nuestro presente y de planificar lo que queremos para nuestro futuro, que, según el premio nobel de literatura, Paul Valéry, “el problema del futuro, es que ya no es, lo que era antes”. Esta última reflexión considero bastante aproximada a la realidad que vivimos en Paraguay, donde el clima de negocios que se respira es bastante prometedor, a diferencia de unos 20 años atrás. Este clima crea una especie de “ola de inversiones” a la que si somos lo suficientemente creativos podremos subir y viajar con ella.

Creo que es una buena idea enfocar nuestros esfuerzos en mejorar indicadores de medición de innovación en Paraguay. Nuestro país ocupa el lugar 119 de 148 en el índice de competitividad global 2013-2014. Mejorarlo, es responsabilidad de todos los que vivimos aquí.

En Paraguay contamos con laboratorios empresariales, centros de apoyo, universidades, cooperativas, asociaciones, gremios y oenegés que están trabajando para gestionar la innovación y el emprendedurismo. Todos están remando, pero en diferentes direcciones; sin embargo, si tuviésemos un robusto y coordinado programa impulsado desde el Gobierno, canalizando no solo recursos, sino también know how, es que lograremos que todos, en este ecosistema emprendedor, rememos sincronizados, impulsando un avance a pasos firmes y planificados que permitan mejorar nuestra posición en la próxima publicación del índice de competitividad global.

No espero que para el año entrante Paraguay esté en el top 10 en este índice de innovación; lo que espero es que la innovación esté en el top 10 entre nuestras prioridades de acción.

Articulo publicado en el Diario Ultima Hora el 24 de Junio de 2014