viernes, 17 de enero de 2014

Cristianos y Empresarios



Desde que tengo 14 años Diciembre se transformó en el mejor mes de mi vida. Ciertamente los regalos y las fiestas de la adolescencia ayudaron bastante a que así sea, sin embargo en 1997 sucedió algo diferente. Conocí a Cristo en la Parroquia Virgen de Fátima y lo invité a formar parte de mi vida. El acepto mi invitación y desde entonces siento que caminamos juntos. Diciembre se transformó en mi mejor mes, porque conocí a Dios a través de la música. Asistía a misa diaria y luego al ensayo de coro para la misa de noche buena. Hoy, ya no tengo, ni el tiempo para  ir a todos los ensayos, ni 14 años, sin embargo, la magia del sonido de mi guitarra cantando, a dúo unos villancicos con mi esposa, sigue siendo una de mis actividades favoritas en cada navidad.

Hoy, ya no soy un adolescente y este diciembre del 2013, considero que es una buena oportunidad para reflexionar, ¿que tan buenos cristianos somos siendo empresarios?, yo no dudo de la capacidad de hacer negocios de ningún Paraguayo, pero si llamo a revisar nuestro interés en hacer cada día un mejor Paraguay desde nuestras empresas. Cada decisión que tomamos forja el futuro de nuestra nación y ese futuro se transformará en el presente para nuestros hijos que cosecharán el fruto de nuestras elecciones diarias.

Ser empresario es una bendición, pero a la vez una gran responsabilidad. Es una bendición porque te permite dar trabajo a la gente y ayudar a cumplir sueños de realización personal y profesional de muchos compatriotas, sin embargo es una responsabilidad ya que nos exige el compromiso no solo de pagar salarios y premios, sino de mejorar la calidad de vida de las personas que trabajan día a día con nosotros. Lamentablemente no todos los empresarios aceptan toda esta gran responsabilidad, y ese el motivo por el cual nuestro país no crece social y económicamente, a la velocidad que un país tan rico y con gente tan trabajadora debería hacerlo.


Así como Cristo toco mi corazón, hace 16 años, te invito, a que en estas fiestas, busques la oportunidad de encontrarte con Dios, y lo invites a formar parte de tu vida y la de tu familia. Celebramos la navidad todos los años, y es con el nacimiento de Jesús que nos regalamos la oportunidad, de nuevamente, intentar ser mejores personas, mejores empresarios y mejores Paraguayos, que hagamos de Paraguay, cada día, un mejor lugar para  vivir.

Publicado en el Diario Ultima Hora como columnista invitado a través de la ADEC

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